Esta tendencia se traduce en formatos como aceites secos, mantecas y sérums corporales, o exfoliantes con acción enzimática, que permiten recrear el bienestar de un spa en casa. Sostenibilidad: más que una etiqueta El consumidor actual también exige un compromiso con el medio ambiente. Esto ha impulsado una ola de innovación en fórmulas biodegradables, envases reciclables o rellenables, productos sólidos o sin agua, y cadenas de suministro más responsables. Marcas como Rowse, Lush y Typology están optando por formatos concentrados o sin agua, mientras que otras incorporan ingredientes de bajo impacto o reutilizan subproductos agroalimentarios (como el uso de cáscaras de uva, café o almendra en exfoliantes). Ciencia y microbioma La ciencia cosmética también ha abierto la puerta a nuevas formas de cuidar la piel corporal, como fórmulas diseñadas para preservar y equilibrar el microbioma cutáneo o productos con principios activos neurocosméticos que conectan la piel con las emociones. Cada vez más marcas formulan con prebióticos, postbióticos y enzimas, que ayudan a mantener la barrera cutánea y mejoran la salud de la piel corporal, especialmente en casos de sensibilidad, enrojecimiento o sequedad crónica. Activos estrella: ciencia al servicio del cuerpo Los nuevos cosméticos corporales ya no se limitan a ingredientes clásicos como la glicerina o el aloe vera. El consumidor actual busca fórmulas que combinen resultados visibles con un enfoque consciente y seguro. En este contexto, varios ingredientes activos, antes reservados casi exclusivamente para el cuidado facial, han dado el salto al sector corporal, cobrando relevancia gracias a su eficacia y versatilidad. Retinol, niacinamida y AHA: más allá del rostro El uso de retinol en el cuerpo está en auge, especialmente en fórmulas que prometen mejorar la textura de la piel, suavizar las estrías o prevenir los signos de la edad en zonas como el escote, los brazos o los muslos. A menudo se combina con ingredientes activos calmantes para prevenir la irritación, como el bisabolol o la alantoína. La niacinamida, conocida por sus propiedades iluminadoras y seborreguladoras, aparece cada vez más en lociones corporales diseñadas para emparejar el tono de la piel o tratar imperfecciones, mientras que los ácidos exfoliantes (glicólico, láctico o salicílico) se incorporan a exfoliantes líquidos o cremas para combatir la piel áspera o la queratosis pilaris. Péptidos, ceramidas y escualano: la piel como barrera inteligente Los péptidos están ganando presencia en reafirmantes corporales por su capacidad para estimular la síntesis de colágeno y mejorar la firmeza. Junto a ellos, ingredientes como las ceramidas o el escualano ayudan a reforzar la función barrera de la piel, aportando elasticidad y suavidad sin dejar residuo graso. Estos activos permiten tratar zonas tradicionalmente olvidadas, Colaboraciones 48 COSMÉTICA CORPORAL
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