científica, y enviarlo hacia la zona de la piel que quiero tratar a través de exosomas, estoy potenciando la eficacia de dicho activo. De hecho, por ejemplo, la diferencia entre un liposoma y un exosoma es precisamente que este último tiene la llave de entrada a una célula, y de ahí que penetre en ella. Esto no significa que por poner un exosoma en una crema vaya a tener más eficacia y acción, todo hay que estudiarlo y probarlo”, añade la farmacéutica Helena Rodero, especialista en la piel y el cabello, para Planet Skin. “Por tanto, en la práctica, los exosomas son mensajeros que permiten a las células comunicarse entre sí. En el caso de las células cutáneas, son capaces de estimular la piel para mejorar la regeneración celular, la gestión de los procesos inflamatorios y la reparación de los daños cutáneos, así como impulsar la producción de colágeno y elastina, las proteínas esenciales para mantener una piel firme y tersa”, cuenta el farmacéutico Fran Diéguez. ¿El premio gordo del antienvejecimiento? Sí, pero tiene truco. “Con la edad, la capacidad de la piel para responder a los mensajes de los exosomas disminuye. De ahí el interés de estimular las células envejecidas para ‘obligarlas’ a responder y hacer lo que son capaces de hacer en circunstancias normales, mediante el suministro de exosomas a la piel desde una fuente externa”, añade el farmacéutico. De la investigación médica al cuidado de la piel, el poder de los exosomas bajo el microscopio ¿Los exosomas te hacen pensar en Plasma Rico en Plaquetas (PRP)? No es de extrañar. “En el PRP se encuentra todo lo que la plaqueta es capaz de producir... incluidos los exosomas. Ambas son similares, pero los exosomas ofrecen resultados más precisos y visibles con mayor rapidez”, afirma la bioquímica Paula Rodríguez. Y aunque se empieza a hablar de los exosomas ahora por sus efectos sobre la belleza de la piel, en medicina se conocen desde hace mucho tiempo. “Desde finales de los años 90, los equipos médicos estudian y utilizan los exosomas en cancerología, intentando regular o potenciar el sistema inmunitario. También se utilizan para tratar la psoriasis, el eccema, la dermatitis seborreica y el vitíligo. Sin embargo, todavía no se conoce del todo el potencial de los exosomas. A priori son muy potentes a la hora de inducir determinadas respuestas médicas, pero carecemos de datos científicos en muchos puntos porque se han realizado muy pocos estudios clínicos”, apunta el farmacéutico Fran Diéguez, quien, como experto, cree que esto debería cambiar en los próximos años, a tenor de las inversiones que se están realizando en este campo. ¿Qué podemos esperar de los exosomas en tratamientos cosméticos? En lo que respecta a los exosomas, hay un punto clave que difiere entre Corea y España: el uso de exosomas de origen humano está prohibido en España. De hecho, “en Europa solo están autorizados los derivados de plantas, animales (sobre todo el salmón) o bacterias”, confirma la bioquímica Paula Rodríguez. En el mercado ya empiezan a aparecer productos cosméticos a base de exosomas, que prometen “restaurar la barrera cutánea, mejorar la calidad de la piel, tratar las manchas, potenciar la luminosidad y actuar sobre las líneas de expresión. Otra ventaja de las fórmulas a base de exosomas es su excelente tolerancia”, añade la bioquímica. Dado que los exosomas actúan como potenciadores de la regeneración cutánea, en el peor de los casos los resultados pueden ser discretos o incluso inexistentes, pero no hay riesgo de debilitar la piel. Exise un creciente interés por los exosomas debido a su efecto rejuvenecedor.
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