negocio —como la organización, la comunicación o la visión estratégica— fluyeran de forma bastante orgánica. Había algo en mí que ya sabía cómo construir, solo que esta vez lo estaba haciendo desde un lugar mucho más íntimo y personal. Ahora no solo aplico lo aprendido, sino que lo combino con mis raíces, mi historia y el deseo profundo de compartir una forma más consciente de cuidarnos. ¿Contó con mentores o una red de apoyo que la guió en los primeros pasos de su empresa? Sí, y fueron fundamentales. Tuve la suerte de contar con el apoyo de mis propios profesores ayurvédicos, el Dr. Akhilesh Varrier y el Dr. Irfan Poilan. Desde el principio me guiaron no solo en el conocimiento, sino también en el enfoque con el que quería crear Real Earth Stories. A día de hoy, siguen siendo parte activa de nuestra historia, colaborando en las formulaciones y asegurando que cada mezcla esté alineada con los principios del Ayurveda auténtico. Para mí, esto marca una gran diferencia. Mientras que muchas fórmulas en el mercado nacen del ensayo y error, o están diseñadas desde una visión más cosmética o estética, nosotros formulamos desde el equilibrio interno, entendiendo el valor energético de cada planta, sus contraindicaciones y combinaciones adecuadas. No se trata solo de que algo “funcione”, sino de que sea seguro, respetuoso y coherente con el cuerpo y la naturaleza. Y como creemos que este conocimiento no debe quedarse solo entre expertos, ofrecemos también sesiones y webinars gratuitos con estos doctores para nuestra comunidad. Porque creemos en compartir, en educar, y en acompañar a quienes, como nosotros, buscan sanar desde la raíz. Como fundadora, ¿cómo maneja el equilibrio entre su vida personal y las exigencias de dirigir una empresa en crecimiento? No te voy a mentir, mantener el equilibrio es todo un reto, sobre todo teniendo dos niñas pequeñas de 4 y 7 años. Sé que esta etapa de su infancia es única y muy delicada, y no quiero perdérmela. Por eso, aunque la empresa está creciendo, he organizado mi vida para trabajar en su mayoría desde casa, lo que me permite estar presente: recogerlas del colegio, merendar juntas, compartir las tardes. Claro que hay días en los que necesito tirar de mi marido o de mi familia, pero también creo que eso es parte de la riqueza de criar en tribu. Y sí, muchas noches se convierten en jornadas de trabajo silenciosas y largas, pero cuando el proyecto nace del corazón, la motivación viene sola. Al final, estoy construyendo algo en lo que creo profundamente, sin dejar de cuidar lo que más amo. En un mercado saturado de productos cosméticos, ¿qué estrategias utilizó para posicionar a Real Earth Stories ? Sabíamos que no bastaba con tener un buen producto. Desde el inicio,
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