tics, el 50% de Byoode, que son expertos en convertir ideas locas en productos reales y regulados. Al frente de Byoode, ¿qué modelo de liderazgo practica y qué cultura empresarial busca fomentar dentro de su equipo y en sus colaboraciones externas? Creo en un liderazgo horizontal, basado en la confianza y en compartir la visión del proyecto. Me gusta trabajar con equipos que se sienten parte de la marca, no solo que cumplan tareas. Apostamos por una cultura muy abierta, muy humana, donde hay espacio para la innovación, para equivocarse y para crecer juntos. En la segunda mitad de este 2025 llegarán nuevos lanzamientos. ¿Puede adelantarnos algo sobre ellos? Solo puedo decir que vienen lanzamientos que me hacen muchísima ilusión. Uno de ellos tiene un toque de color y está pensado para favorecer a todo el mundo… hasta aquí puedo leer. El otro es una fórmula muy especial que gustará a las pieles maduras y con más tendencia a la sequedad. Pronto podré contar más, ¡pero prometo que merecerá la espera! ¿Cómo se imagina a Byoode dentro de cinco años? ¿Ampliará sus canales de venta? Me imagino una marca que ha crecido sin perder su esencia. Con más productos, sí, pero también con más formación, más comunidad, más impacto. Queremos estar en más países y reforzar el canal digital, pero también apostamos por puntos de venta que compartan nuestros valores y que nos permitan contar bien nuestra historia. Se le considera una auténtica «comisaria de belleza». ¿Qué significa para usted este título? Para mí es un halago enorme. Ser comisaria de belleza significa tener criterio, saber elegir lo que realmente vale la pena y compartirlo con los demás. Me encanta descubrir joyas cosméticas, y si algo he hecho en estos años es eso: seleccionar con mimo lo que creo que puede marcar una diferencia en la piel y en la forma de cuidarnos. ¿Qué es lo que más le enorgullece de todo el camino recorrido hasta ahora? Sin duda, haber sido fiel a mi visión. Ver que lo que empezó como una idea en una libreta hoy es una marca que emociona, que conecta con la gente y que tiene un propósito claro, es un regalo. Y si además inspiras a otras personas a seguir sus ideas, entonces ya no se puede pedir más. Byoode es el proyecto más personal de Raquel González hasta el momento.
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