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¿Qué necesita la piel del hombre? Aunque hombres y mujeres comparten muchas necesidades cosméticas, existen diferencias fisiológicas que conviene tener en cuenta. La piel masculina es un 20 % más gruesa debido a una mayor densidad de colágeno y elastina, lo que la hace menos propensa a las arrugas. Sin embargo, también pierde colágeno al mismo ritmo (1 % anual), por lo que protegerlo sigue siendo clave. Por otro lado, las hormonas juegan un papel decisivo. Los andrógenos, como la testosterona, estimulan la actividad de las glándulas sebáceas, haciendo que la piel masculina sea más grasa y propensa a imperfecciones (obstrucción del poro y aparición de acné, especialmente en la zona T, espalda y pecho). Además, el afeitado frecuente (realizado por un 70 % de los hombres) supone una agresión diaria que puede provocar irritaciones, microheridas o foliculitis. La presencia de barba (en el 45 % de los hombres) también condiciona la cosmética, al limitar la aplicación de ciertos productos. Por otro lado, aunque la piel masculina es más grasa, suele estar deshidratada debido al impacto hormonal sobre la función barrera, lo que incrementa la necesidad de utilizar ingredientes humectantes y emolientes no oclusivos. Rutinas minimalistas, resultados visibles Los hombres prefieren rutinas sencillas y texturas ligeras. Gel, sérum, emulsión… sí, pero siempre con rapidez de absorción y cero sensación grasa. De hecho, la “cosmeticidad” —cómo se siente y se aplica el producto— es un factor clave a la hora de fidelizar a este público. Se priorizan productos multifunción que integren hidratación, antioxidantes y protección solar en un solo paso. La tendencia va hacia productos “todo en uno” o rutinas de 2-3 pasos como máximo.Una rutina ideal puede dividirse en: • Limpieza: mañana y noche. Los geles y espumas limpiadoras son los más populares. Ayudan a eliminar el sebo, la polución y restos de producto. • Hidratación + protección solar: por la mañana, un hidratante con antioxidantes y SPF50+ es ideal para combatir el estrés oxidativo y prevenir el envejecimiento prematuro. • Renovación celular: por la noche, se puede incorporar un exfoliante con ácidos (glicólico, salicílico) o retinoides para mejorar la textura y luminosidad de la piel. La “cosmeticidad” —cómo se siente y se aplica el producto— es un factor clave a la hora de fidelizar al público masculino. “Los hombres prefieren rutinas sencillas y texturas ligeras. Gel, sérum, emulsión… sí, pero siempre con rapidez de absorción y cero sensación grasa”

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