do en cuenta que existe una gran variedad de formatos: gel, gel cremoso, emulsión limpiadora, oleogel, espuma… • Jabón de manos: Es fundamental en la prevención de enfermedades. Las manos están constantemente expuestas por lo que el lavado debe ser más frecuente. Elegir limpiadores respetuosos con la piel es clave. • Jabón íntimo: Destacar la importancia de utilizar un jabón de cuidado íntimo específico para la zona, ya que difiere el pH de la zona íntima a la del resto del cuerpo. El pH de la zona íntima de la mujer varía a lo largo de su vida: en la edad fértil tiene un pH más ácido entre 3,8 y 4,5, mientras que a partir de la menopausia se vuelve más alcalino y sus valores rondan entre 5 y 7,5. • Champús: Destinados a mantener la higiene y la salud del cuero cabelludo, con sus características especiales. • Desmaquillantes o limpiadores faciales: Al igual que existen distintas formas cosméticas en la higiene corporal, en la higiene facial también encontramos diferentes tipos de limpiadores como agua micelar, gel, leche limpiadora, bálsamo, aceite limpiador, etc. La composición de los limpiadores La formulación del cosmético es importante para determinar si es adecuado o no, o si contiene activos interesantes para la necesidad de nuestra piel. Aunque la composición de un limpiador difiere mucho en función de la zona en la que vamos a utilizarlo, podemos resumir los principales ingredientes que podemos ver en su INCI o listado de ingredientes: TENSIOACTIVOS: Los tensioactivos son capaces de formar micelas que envuelven la suciedad y la arrastran para eliminarla de la piel. Quizás el grupo más conocido de sus ingredientes y también uno de los que genera más debate en ciertas ocasiones (los “famosos” sulfatos). Un tensioactivo es una molécula anfifílica (con un grupo polar y otro apolar) que es capaz de reducir la tensión superficial entre dos fases no miscibles. La suciedad e impurezas tienen carga positiva y se unen fuertemente a la piel que tiene carga negativa. Los tensioactivos son capaces de formar micelas que envuelven la suciedad y la arrastran para eliminarla de la piel. Existen distintos tipos en función de la carga eléctrica que tienen en la parte hidrófila: • Aniónicos: Atraen la suciedad con mucha eficacia, tienen alta capacidad espumante, pero también tienen mayor capacidad irritante a la piel. Son los sulfatos (Sodium Lauryl Sulfate, Sodium Laureth Sulfate) que son los más potentes y a la vez los más irritantes y otros grupos como los Sulfosuccinatos, los Glutamate, los Glycinate o los Isethionate que son mucho mejor tolerados por la piel. • Catiónicos: Tienen una capacidad de limpieza y espumante muy baja, pero tienen muy buenas propiedades acondicionadoras y antiestáticas. Se utilizan principalmente en fórmulas como acondicionadores capilares. Algunos ejemplos: Behentrimonium Chloride, Cetrimonium Chloride, Quaternium-22, etc. • Anfóteros: Actúan como aniónicos (-) o como catiónicos (+) en función del pH. Menor poder espumante que los aniónicos. 24 HIGIENE CORPORAL El jabón de manos es fundamental en la prevención de enfermedades. colaboraciones
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