explicaciones, que no se rinde al algoritmo, que celebra las grietas. Porque desde lo íntimo también se hace política y, a veces, la piel es solo la puerta de entrada a algo mucho más grande. ¿Cómo se vincula RuMU con la comunidad LGBTQ+ más allá del marketing del “Pride Month”? E.C. y G.S.: Para nosotros, formar parte de la comunidad LGBTQ+ no es un valor agregado ni una estrategia de diferenciación. Es desde donde hablamos, desde donde creamos, y desde donde habitamos el mundo. La comunidad no es algo externo a la marca: es su pulso. Está en nuestras decisiones, en nuestro lenguaje, en cómo representamos los cuerpos, las identidades, las pieles que han sido históricamente silenciadas. Más allá del “Pride Month”, colaboramos con creadorxs queer, nos nutrimos de sus miradas, apoyamos la visibilidad desde lo visual y lo discursivo, y sobre todo, formulamos sin exigirle a nadie que encaje en una norma binaria, estética o cultural. E.C.: Porque RuMU Beauty no observa el movimiento desde fuera: es parte de él. Nuestro orgullo no es estacional, es estructural. Y es profundamente personal. ¿Qué significa para ustedes “formulamos para pieles dañadas, no para pieles perfectas”? E.C.: Sí, y es una metáfora muy deliberada. Porque formulamos para pieles reales: pieles que han pasado por acné, por transición hormonal, por estrés, por duelos, por vivir. La idea de una piel perfecta es una construcción aspiracional, no una realidad clínica. Y lo que genera, en la práctica, es ansiedad, frustración y consumo. Se vuelve un ideal inalcanzable que nos empuja a esconder lo que somos. Cuando decimos que formulamos para pieles dañadas, también estamos hablando de lo emocional, de lo simbólico, de lo vital. El daño no siempre es negativo: a veces es la marca de haber atravesado cosas. Y eso también merece cuidado, no borrado. G.S.: Lo que defendemos es el derecho a no maquillarse la historia. A no tapar la textura de la experiencia. No creemos que la piel tenga que contar una historia bonita. Nos interesa que sea verdad. Porque si hay una belleza que nos interesa, es la que aparece cuando dejamos de fingir que nunca fuimos herides. ¿Qué esperan transformar en la industria cosmética con RuMU? ¿Cuál sería el verdadero éxito para ustedes? E.C. y G.S.:Queremos cambiar la forma en que se entiende el cuidado. Que deje de ser sinónimo de corrección o de aspiración, y se convierta en algo más simple, más humano. En RuMU Beauty creemos en una cosmética que no te abrume, que no te haga sentir que te falta algo. Que no necesite diez pasos, ni traducción, ni filtros para funcionar. Formulamos poco, pero con intención. Productos fáciles de entender, fáciles de aplicar, que respeten tu tiempo, tu piel y tu historia. Queremos abrir espacio para nuevas narrativas: menos perfección, más verdad. Menos fórmulas mágicas, más ciencia clara. Si logramos que alguien se sienta viste, que se relaje frente al espejo, o que se pregunte si realmente necesita ese producto que prometía demasiado, ya es un avance. Para nosotres, el éxito no es vender más. Es poder estar en el mercado sin traicionar lo que vinimos a decir. 35 GREENZONE GREENZONE GREENZONE GREENZONE GREENZONE GREENZONE GREENZONE
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