29 TENDENCIAS COSMÉTICA colaboraciones del concepto de functional fragrance responde al deseo de los consumidores de usar un perfume no solo como accesorio estético, sino como herramienta de regulación emocional. • Cremas con activos neuroactivos que prometen “activar el buen humor” a través de la piel. Ingredientes como los péptidos moduladores de serotonina o extractos botánicos con efecto calmante empiezan a aparecer en gamas premium. La narrativa va más allá del “anti-estrés” y se centra en claims como “piel relajada = mente relajada”, trasladando el autocuidado a un plano psicológico. • Experiencias retail que combinan análisis sensorial y recomendaciones personalizadas. Puntos de venta que miden la respuesta neurosensorial del cliente ante texturas y aromas para recomendar productos “emocionalmente compatibles”. Sephora y LVMH han comenzado a explorar dispositivos que analizan micro expresiones faciales para identificar qué fórmulas generan más placer o calma en el consumidor. • Dispositivos de estimulación sensorial en cabina y hogar. Mascarillas inteligentes que incorporan micro vibraciones, pulsos de luz o música sincronizada para potenciar la absorción de activos y a la vez inducir estados de relajación profunda. • Packaging y rituales multisensoriales. Envases que integran colores, sonidos o mensajes positivos pensados para influir en la experiencia cerebral del usuario desde el primer contacto. El futuro apunta claramente al braincare, donde la belleza se convierte en un aliado directo del equilibrio mental y sensorial. 3. Del antiaging al biohacking estético: la cosmética se convierte en longevity care. Durante décadas, el discurso del sector se centró en el antiaging: retrasar o revertir los signos visibles de la edad. Hoy, este enfoque se transforma en longevity care, una propuesta que no busca luchar contra el tiempo, sino optimizar la vida estética y biológica. En España, el cuidado de la piel sigue siendo el motor del consumo, con más de 3.500 millones € de facturación, seguido por perfumes (2.200 M€), cuidado personal (2.200 M€), cabello (2.000 M€) y maquillaje (1.100 M€) (STANPA). Estos datos reflejan que el consumidor está dispuesto a invertir en soluciones que mejoren la salud de su piel a largo plazo. El fenómeno se amplifica con el mercado masculino: en 2024, los hombres representaron el 28 % de los pacientes de medicina estética, frente al 20 % en 2012, y el consumo de perfumes de alta gama creció un 13,3 % en un solo año. A nivel global, el biohacking estético se perfila como una macro-tendencia: el mercado, valorado en 24.500 millones USD en 2024, podría superar los 111.000 millones en 2034 (Forbes). Este movimiento que muestra cómo la belleza se está fusionando con ciencia, medicina y tecnología incluye: • Nutricosmética avanzada. Ya no se trata solo de colágeno en polvo o cápsulas de vitaminas: las nuevas fórmulas trabajan con péptidos, probióticos y activos epigenéticos que prometen actuar a nivel celular. Marcas posicionan sus suplementos como herramientas de longevity beauty, con claims que van desde mejorar la elasticidad de la piel hasta reforzar el sistema inmune. El mercado español también refleja este auge: según Stanpa, la nutricosmética creció a doble dígito en 2024, impulsada por consumidores que buscan rutinas integrales de dentro hacia fuera. • Wearables de beauty health. Dispositivos portátiles que monitorizan la hidratación de la piel, la exposición a la radiación UV o incluso biomarcadores hormonales “Si algo caracteriza a la nueva ola beauty es su enfoque en el bienestar mental. No se trata solo de lo que un producto hace en la piel, sino de cómo nos hace sentir”
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