46 opinión DERMOCOSMÉTICA Me atrevería a decir que uno de los deseos más antiguos de la humanidad es frenar el paso del tiempo. Es obvio que esto no es nada nuevo, pero en la actualidad, más que nunca, vivimos inmersos en la era de la perfección y de la imagen, por desgracia irreal en muchos casos. Redes sociales e influencers con cientos de filtros superpuestos nos abocan a buscar una belleza perenne inalcanzable, y en esa búsqueda incesante siempre se repite el mismo denominador común: acabar con las tan temidas arrugas, signo inequívoco del paso del tiempo en las personas. Uno de los principales responsables de la aparición de arrugas es el archiconocido colágeno. El colágeno es una proteína que se encuentra de forma natural en la piel, huesos, tendones, ligamentos, cartílagos y vasos sanguíneos. En el caso de la piel lo encontramos en concreto en la dermis, formando lo que denominamos la matriz extracelular junto con la elastina y el ácido hialurónico y otras macromoléculas, dando lugar a ese entramado que proporciona soporte estructural y bioquímico a nuestra piel. Como bien sabemos a partir de los 25 años, disminuye la producción de colágeno, perdiendo alrededor de un 1 % al año, pérdida que se acelera exponencialmente con el tiempo y se intensifica aún todavía más en la menopausia. En líneas generales, a los 40 años se puede haber perdido alrededor del 30 % de colágeno que se generaba inicialmente. El papel del colágeno Y el resto de la historia, ya es bien conocida por todos, menos colágeno es sinónimo de más arrugas y mayor profundidad de estas, junto a menor elasticidad y firmeza y por supuesto menor hidratación. En un principio, la solución podría parecer bastante fácil, y sería la de pautar fórmulas que fuesen ricas en colágeno COLÁGENO VÍA TÓPICA: ¿EFECTIVIDAD O ESTRATEGIA DE MARKETING? Blanca Llácer Farmacéutica, Vocal de Dermofarmacia y Formulación Magistral del COF Alicante, Fundadora y CEO de THE LAB, Directora CURSO EXPERTO en DERMO blanca llácer. En busca de la eterna juventud buscamos activos que frenen el envejecimiento cutáneo y entre ellos uno de los ‘clásicos’ ha sido durante años el colágeno, ya que se pensaba que podía aumentar la síntesis del colágeno endógeno dando lugar a la disminución de arrugas. La evidencia científica hoy arroja luz sobre este activo y sobre innovadores y eficaces alternativas. “A partir de los 25 años, disminuye la producción de colágeno, a los 40 años se puede haber perdido alrededor del 30 %”
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