84 colaboraciones El microbioma cutáneo y la biotecnología están redefiniendo el paradigma del cuidado de la piel. La biotecnología permite diseñar activos capaces de modular la microbiota según el estado de la piel y su entorno —estrés, polución o envejecimiento— inaugurando una nueva era de cosmética de precisión. Mónica Lizondo Carbó, Fundadora y CEO de SEGLE Biotech Skincare Durante años, la cosmética ha evolucionado desde un enfoque meramente sensorial hacia una disciplina científica capaz de comprender los mecanismos biológicos de la piel. Hoy nos encontramos ante un nuevo punto de inflexión: la integración del microbioma cutáneo y la biotecnología como ejes centrales para diseñar rutinas cosméticas de precisión. El cuidado del microbioma cutáneo se ha consolidado como una de las grandes tendencias de la industria. Según los últimos estudios de mercado, la cosmética enfocada al microbioma superará los 2.200 millones de USD en 2031, con un crecimiento anual cercano al 15 %. ¿Por qué este auge? Porque la ciencia demuestra que mantener el equilibrio del microbiota es clave para una piel más fuerte, hidratada, menos sensible y más resistente frente a agresiones externas. La microbiota cutánea funciona como un ecosistema vivo, formado por bacterias, hongos, virus y arqueas que interactúan entre sí y con las células de la piel. Este ecosistema actúa como primera línea de defensa frente a patógenos, regula el pH, modula la inflamación y participa en la función barrera. Cuando se altera—por contaminación, radiación UV, estrés, productos agresivos o envejecimiento—la piel pierde su capacidad de autorregulación, se vuelve más permeable, se deshidrata y aparece inflamación. De ahí que el objetivo ya no sea solo hidratar o reparar, sino Microbioma de la piel y biotecnología aplicada: hacia rutinas de cosmética de precisión
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