89 opinión menos en términos de líneas finas y arrugas estáticas visibles, pero también en que no es inmune al envejecimiento global. La flacidez y la pérdida de volumen siguen su curso, y los factores externos (UV, estrés) tienen un peso incluso mayor. La cara B de la piel grasa: desafíos estéticos y funcionales Afirmar que la piel grasa envejece mejor es una verdad a medias. Si bien las arrugas pueden retrasarse, la piel grasa es propensa a otros signos visibles de deterioro y disfunción que pueden darle una apariencia envejecida o irregular prematuramente. El primero de ellos son los poros dilatados. El exceso de sebo y la acumulación de células muertas fuerzan la dilatación del folículo pilosebáceo. Los poros visibles no solo afectan a la textura de la piel, hacen que la superficie cutánea no sea lisa y que por tanto, pierda luminosidad, lo que puede suponer un impacto estético significativo para algunas personas. También hay que hablar de las secuelas post-acné (cicatrices y manchas). Los procesos inflamatorios crónicos asociados al acné generan un alto riesgo de cicatrices atróficas o hipertróficas y de hiperpigmentación post-inflamatoria (HPI). Estas marcas, especialmente en tonos de piel más oscuros, pueden darle a la piel un aspecto irregular y “dañado” que contrarresta la ventaja antiedad. Y el último de estos signos del que habría que hablar es la inflamación crónica silenciosa. La congestión y el acné, incluso en formas leves, implican un estado de inflamación de bajo grado. Esta inflamación debilita la barrera cutánea, genera rojeces y, a largo plazo, contribuye a la degradación del colágeno, acelerando el envejecimiento intrínseco. Desmontando los errores de cuidado: el mito de la piel “resistente” El mayor obstáculo para mantener una piel grasa saludable y que se beneficie de su longevidad natural, son las rutinas de cuidado inadecuadas, a menudo guiadas por la necesidad de eliminar el brillo a toda costa. El mayor error es realizar una limpieza agresiva: El instinto más generalizado es “secar” la piel grasa. Esto lleva al uso de limpiadores con detergentes fuertes (incluidos algunos naturales) y un pH elevado. Esto provoca un efecto rebote: la limpieza agresiva no solo elimina el exceso de sebo, sino que también despoja a la “Es esencial educar al cliente en que la piel grasa envejece menos en términos de líneas finas, pero la flacidez, y los factores externos tienen un peso incluso mayor” “El mayor obstáculo para mantener una piel grasa saludable son las rutinas de cuidado inadecuadas, a menudo guiadas por la necesidad de eliminar el brillo a toda costa”
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