¿Con qué aroma definiría su infancia?
Hay muchos aromas que definirían mi infancia. Uno de los que recuerdo con más cariño es el de las moras. Cuando era pequeña, había muchas moreras cerca de casa, recuerdo cuando estaban maduras y caían al suelo. Iba con mis primos por las tardes a comerlas y nos regañaban nuestros padres por que volvíamos con las bocas moradas y la ropa manchada.
¿A qué huele la ciudad donde vive?
Murcia huela a azahar. Sobre todo, en primavera y en las noches de verano. A cualquier murciano que le preguntes, te responderá lo mismo.
¿Qué le impulsó a ser nariz?
La vida. Ni siquiera sabía que existía la profesión de perfumista. Estudié una licenciatura en química y el primer trabajo que encontré fue en Iberchem. Siempre me había gustado mucho el mundo de la cosmética y el perfume, y gracias a mi trabajo descubrí que me podía dedicar a algo que me apasiona.
¿Cree que es un oficio con futuro? ¿La IA podrá llegar a crear alta perfumería?
Creo que este oficio tiene y tendrá siempre futuro. El olfato es uno de los cinco sentidos y la gente funciona por los sentidos. El perfume es al olfato como la música al oído. Es algo que forma parte de nosotros.
No creo que la IA pueda sustituir nunca a una nariz. Pero sí que puede ser una herramienta útil a la hora de crear acordes básicos o patrones que puedan facilitar el trabajo al perfumista.
Si la creación de un perfume es un arte, ¿con qué otro artista, quizás de otra disciplina, le gustaría colaborar?
Ya colaboramos una vez con Ernesto Ventós para la exposición de Nasevo en Murcia y no me importaría repetir la experiencia con otro artista. Me encantaría colaborar con Juanjo Martínez Cánovas. Un artista multidisciplinar murciano cuya obra me encanta. Tanto sus pinturas como sus esculturas tienen un estilo oscuro y transgresor muy definido. Sería un reto interesante poner olor a una de sus obras.
Mencione un clásico que usted considere un referente o su referente.
Para mí Chanel Nº5 es uno de los estandartes de la perfumería. Incluso gente que no lo haya olido jamás sabe de su existencia y su fama. Desde su creación en 1921 a nuestros días es un perfume que sigue siendo un referente para muchos perfumistas.
¿Por qué es una buena estrategia consolidar las fragancias clásicas?
Las fragancias clásicas nos sirven de referencia a los perfumistas actuales. En base a los éxitos y ventas de estos perfumes, podemos estudiar los gustos de cada segmento de población, y podemos saber, por ejemplo, los gustos en cada país. Podemos basarnos en ellos a la hora de crear una fragancia en concreto.
¿Qué perfume de los lanzados en 2019 ha captado su atención y por qué?
Me ha llamado mucho la atención Idôle de Lancôme. Más que por el perfume en sí, por la gran campaña de marketing que han hecho. La encuentro de buen gusto y visualmente agradable.
¿El interés por la sostenibilidad y la ecología marcará las nuevas tendencias en creación de perfumes?
Absolutamente. Cada vez es mayor esta corriente de concienciación con el medio ambiente. La gente busca lo eco, lo bio, lo vegano. En todos los sectores ya se está viendo cada día más oferta en este sentido. Por ejemplo, en Iberchem, muchos clientes nos preguntan por nuestras fragancias COSMOS.
¿Cuál cree que será el ingrediente más destacado de 2020?
Pues la tendencia que estoy observando es la de añadir notas de ámbar. Y no solo en perfumes masculinos, también en los femeninos. Creo que esto se va a seguir haciendo en 2020.
¿Qué fragancia lleva puesta ahora mismo?
Ahora mismo, ¡ninguna! En el trabajo no suelo llevar perfume. Pero cuando uso, desde hace un tiempo me pongo “Fresh Couture” de Moschino. Es una fragancia cítrica, floral, frutal. Nada cargante. Muy para el día a día.
