Adrián Argente, Senior Perfumery Marketing en Scenmate by Firmenich
El sector de la belleza y el cuidado personal está experimentando una revolución sensorial, y uno de los factores más importantes que están contribuyendo a ello son las fragancias, clave en los productos de cuidado personal.
Ya no se trata solo de usar un producto por sus beneficios, sino de sumergirse en una experiencia multisensorial que comienza con el sentido del olfato. Exploraremos las tendencias olfativas que están marcando pauta en la industria y cómo los consumidores están respondiendo a esta nueva dimensión sensorial.
La experiencia sensorial en el cuidado personal
Como comentábamos, el papel de la fragancia es clave en los productos de cuidado personal: los consumidores asocian ciertas notas olfativas con ciertos beneficios cosméticos. Más del 70% de los consumidores creen que la fragancia indica cualidades saludables en el producto. Además, para la mayoría de los consumidores, la fragancia es un factor decisivo en la compra. Raramente comprarán y aplicarán un producto cosmético si no les gusta la fragancia o si no es coherente con los beneficios cosméticos. Las fragancias también tienen beneficios emocionales, pueden reforzar los beneficios del producto y ayudar a promover una sensación de relajación o cuidado.
Últimas tendencias en productos de cuidado personal
Históricamente, la fragancia en productos de cuidado personal tenía perfiles más básicos y funcionales. Con el tiempo, las fragancias se han ido volviendo cada vez más sofisticadas y adaptadas al producto, innovando y arriesgando: una nueva ola de cosméticos está incorporando fragancias únicas y personalizadas para la higiene y el cuidado de la piel.
Hemos identificado principalmente 4 grandes tendencias que están marcando el ritmo del mercado y los lanzamientos de marcas grandes y pequeñas.
En primer lugar, la tendencia SAFELY CLEAN o cuidado seguro: nace de la necesidad de los consumidores de proteger su piel de elementos externos que pueden ser nocivos, como la contaminación o los virus. Se buscan productos que purifiquen, que estén libres de ingredientes que puedan ser de dudoso beneficio, productos que cuiden y protejan nuestra flora cutánea, que transmitan un claro mensaje de seguridad. Algunos activos relacionados con esta tendencia que observamos son el magnesio o los probióticos. Las fragancias relacionadas con esta tendencia serán frescas, aromáticas, florales y transparentes, y se centrarán más en transmitir eficacia que en una sensación placentera.
En segundo lugar, la tendencia SKINIFICATION: en este caso hablamos de la sofisticación del cuidado facial y cómo sus ingredientes activos y reclamos están permeando hacia el cuidado corporal y la higiene. Aparecen rituales, texturas y fragancias inspiradas en los tratamientos más sofisticados. El tratamiento específico de diferentes áreas, como el cuero cabelludo, o de diferentes grupos objetivo (bebés), sigue desarrollándose y diferenciándose. Por lo tanto, veremos cómo ingredientes como el ácido hialurónico o el ácido salicílico aparecen en el cuidado corporal. Se hace hincapié en el cuidado de la piel sensible. Menos se convierte en más, con fórmulas sencillas y respetuosas con la piel, que incorporan aceites esenciales, siendo especialmente populares el aceite de rosa o el de coco. En este tipo de productos encontramos fragancias que expresan cuidado: matices suaves, toques florales y notas gourmand ligeras. Se combinan con notas verdes delicadas que nos aportan una sensación de limpieza y cuidado a la vez.
Como tercera tendencia, detectamos la tendencia EXPERIENCIAL. En este caso, la sensorialidad juega un papel primordial. Fragancias impactantes, con personalidad, que apelan a los sentimientos y despiertan emociones. Ingredientes y texturas que provocan una experiencia placentera al usarlos. Ingredientes clásicos que regresan para recordarnos fragancias de la infancia. Fragancias de lujo y sofisticadas en productos de cuidado corporal para una experiencia similar a un tratamiento de spa. Cremas corporales, geles de baño y jabones faciales con fragancias que sugieren lo gourmand, con frutas tropicales, inspiradas en cócteles o en bebidas de moda como el matcha, la kombucha o los batidos vegetales. También observamos lanzamientos que nos ayudan a relajarnos, que nos proponen rituales de cuidado que nos ayudan a pasar del ajetreo del día a la tranquilidad de la noche y favorecen la desconexión del estrés o la conciliación del sueño. Por tanto, a nivel olfativo esta tendencia es la más variada y compleja, que admite todo tipo de fragancias que estimulen los sentidos.
Como cuarta y última tendencia, pero no menos importante, nos encontramos con la tendencia BUENO PARA MÍ Y BUENO PARA EL PLANETA. Observamos aquí ingredientes naturales y botánicos como una fuente inagotable de inspiración y reclamos. Formulaciones respetuosas con el medio ambiente, aceites esenciales naturales, nuevos activos que se explotan de manera justa y sostenible. Consumidores preocupados por cómo afectan al medio ambiente y a su cuerpo los cosméticos que utilizan. Para reforzar esta tendencia, fragancias clásicas de inspiración natural que reconfortan: aromas a lavanda, romero, hierbabuena y notas amaderadas que refuerzan esa sensación de autenticidad y naturalidad. Fragancias upcycled o suprarrecicladas, que pueden tener una variedad olfativa muy amplia, pero que aportan un valor añadido al producto.
Podemos concluir, por tanto, que el sector del cuidado personal tiene un gran dinamismo tanto en términos olfativos como en el desarrollo de nuevos productos. Las nuevas formulaciones y productos revolucionarios vienen acompañados de fragancias que no solo proporcionan un perfume de calidad, sino también innovación y capacidad para reforzar las propiedades sensoriales del producto.