Yurena Hernández, Farmacéutica experta en dermocosmética y salud capilar. Fundadora de FARMACIA10 capilar. Autora del libro “Salud Capilar. Cuidados, análisis y tratamiento”
La salud del cuero cabelludo y la tecnología de ingredientes han conquistado un lugar clave en el lineal, creando nuevas oportunidades para el canal especializado. Es crucial escuchar al consumidor para cubrir sus necesidades, conocer los ingredientes y ofrecer una experiencia que convence tanto por su eficacia como por su valor añadido.
El mercado de la higiene capilar está experimentando una transformación notable impulsada por un consumidor que demanda productos no solo eficaces, sino también sostenibles y sensoriales. Este cambio se traduce en una propuesta de valor que supera la simple limpieza, abarcando la salud del cuero cabelludo y la belleza integral del cabello.
Una categoría en crecimiento
Según datos de Stanpa, el cuidado capilar en España alcanzó los 2.000 millones de euros en 2024. Los champús siguen liderando el mercado, seguidos por acondicionadores, mascarillas, y otras referencias como los productos sólidos y los leave-in que consiguen mayor relevancia. El consumidor busca cada vez más personalización en sus cuidados, ingredientes funcionales, naturales, fórmulas limpias y formatos prácticos y responsables con el medioambiente. Se aboga fuertemente por la sostenibilidad.
De la higiene a la skinification
Hasta hace poco el consumidor simplemente buscaba un producto de higiene con gran poder de detergencia y espumante. Hoy en día la tendencia del mercado es aplicar rutinas propias del cuidado facial a la salud capilar. Lo que se ha asentado bajo el concepto de skinification. Vamos a ver con qué tipo de cosméticos:
- Los exfoliantes capilares cobran protagonismo para profunda en personas con cuero cabelludo graso, cuando hay caspa ayudando a desprender las escamas o incluso, para favorecer la penetración de tratamientos posteriores al eliminar células del estrato córneo (ampollas anticaída o serums antiedad). Se aplican de 1 a 2 veces a la semana consiguiendo tener un cuero cabelludo más limpio. En el mercado podemos encontrarnos diferentes tipos: mecánicos (con microesferas que actúan al masajear suavemente el producto en seco), químicos (contienen ácidos como el glicólico o ácidos frutales) y combinación de ambos.
- Los champús; ¿por qué utilizar un único producto? ¿Cuántos cosméticos diferentes se utilizan en una rutina skincare? El cuero cabelludo es una prolongación de la piel del rostro, con más cantidad de glándulas sebáceas lo que hace que el manto hidrolipídico pueda ser ligeramente más ácido. La propuesta será hacer sinergias de productos de mayor y menor detergencia, que le den a la piel del cuero cabelludo “una de cal y otra de arena” con la finalidad siembre de cubrir necesidades.
- En cuanto a los acondicionadores nos encontramos innovaciones galénicas, ingredientes que hasta ahora solo estábamos acostumbrados a ver para rutinas faciales: ácidos como el glicólico, retinoides o niacinamida, marcan una nueva generación de fórmulas que actúan más allá de lo cosmético: contribuyen al equilibrio y la salud del cabello. Este tipo de productos empiezan a utilizarse no solamente en cabello mojado durante la ducha, sino también como prelavado, lo que se viene denominando método ACA (Acondicionador, Champú y Acondicionador). Este método que suelo explicar en mis formaciones como un efecto “chubasquero”, ayuda a proteger la fibra capilar durante el lavado.
Clasificación de productos de higiene capilar
La segmentación de los productos de higiene capilar es fundamental para estructurar adecuadamente el surtido en el canal especializado. A continuación, vemos una clasificación basada en su función cosmética principal:
La moda de los SIN…
Además de los activos funcionales, las fórmulas incluyen compuestos que deben entenderse desde una perspectiva técnica. Dentro de una fórmula cada ingrediente tiene una función que hará que el cosmético tenga unas propiedades y sensorialidad distintas.
- Los Sulfatos: Tensoactivos potentes usados en champús para eliminar grasa y suciedad, yo os comparo con el “fairy” por su alto poder de detergencia. Se utilizan mucho porque son económicos y aunque eficaces, pueden resultar irritantes en los cueros cabelludos más sensibles. Tienden a resecar bastante la fibra capilar y de ahí la tendencia a reducir su concentración o usar alternativas más suaves. También se combinan con otro tipo de tensoactivos que pueden contrarrestar ese posible efecto irritante como pueden ser las betaínas.
- Las siliconas: Agentes acondicionadores que suavizan y dan brillo al cabello dejando un efecto “make up”. Existen distintos tipos de siliconas: las no solubles pueden acumularse y apelmazar el cabello en caso de una fibra capilar fina, por lo que se buscarán opciones ligeras y solubles en agua. En pelo rizado se suelen desaconsejar porque como aportan peso al cabello hace que el rizo tenga menos volumen.
- Parabenos: Conservantes eficaces ampliamente utilizados. Aunque su seguridad ha sido respaldada en concentraciones reguladas, algunos consumidores optan por evitarlos por preferencia personal.
- Tensoactivos catiónicos (amonios cuaternarios): Utilizados en productos acondicionadores por su acción antiestática y suavizante sobre la fibra capilar. Aportan cargas positivas a un cabello con frizz (el cabello se repele por exceso de cargas negativas), haciendo que este disminuya.
- Manteca de karité / aceites naturales: Enriquecen mascarillas por su acción nutritiva y emoliente, ideales para cabellos secos o dañados. Aportan un cuidado extra semanal y es muy importante dejarlas el tiempo que indica el fabricante en el envase, ya que al ser fórmulas con mayor fase grasa necesitarán más tiempo de contacto. No por dejarlas más tiempo se tiene mayor efecto, la fibra capilar no es una esponja, satura, así que no hay necesidad de estar horas con la mascarilla puesta.
- Proteínas hidrolizadas (Keratina): Actúan por sustantivación en el cabello (afinidad). Importante tener en cuenta que enriquecen los productos acondicionadores. En caso de que sea el champú el que las contiene, no debe ser un producto de elección en cuero cabelludo graso, ya que duraría menos tiempo limpio.
Formatos y fórmulas al servicio del planeta
La sostenibilidad es un factor importante para el consumidor cada vez más concienciado con el medio ambiente, por lo que a nivel de la industria se busca innovación: disminución de envases plásticos, fórmulas sin agua, opciones sólidas y biodegradables. A ello se suma el valor de la experiencia al consumidor: aromas envolventes, texturas sensoriales y rutinas sencillas, pero eficaces que elevan la higiene diaria a un momento de autocuidado y bienestar.
Para el canal especializado: formación y diferenciación
El punto de venta experto tiene en sus manos un papel clave en esta categoría. Requiere formación continua para acompañar al consumidor en esta evolución: conocer los activos, recomendar según el estado del cuero cabelludo y construir un relato diferenciador basado en explicar las “bondades” de los productos. Es importante entender que hay que diferenciar los cuidados que requiere el cuero cabelludo con respecto a los de la fibra. No hay que demonizar ningún tipo de ingrediente porque lo que cuenta siempre en un producto es la fórmula final, es decir, el conjunto de ellos.
Y a la pregunta del millón: ¿Cada cuánto hay que lavar la cabeza? La respuesta es: a demanda. El cuero cabelludo sucio lleva a un desequilibrio que puede ocasionar patología, irritación, inflamación que sostenida en el tiempo puede producir caída capilar. El cuero cabelludo no se acostumbra a estar sucio, no se “seborregula” solo.