Eucerin, Garnier, L’Oréal Paris, Neutrogena, Nivea y Schauma son algunas de las grandes marcas del sector cosmético que han comenzado a utilizar EcoBeautyScore, el primer sistema de puntuación ambiental desarrollado a nivel industrial específicamente para productos de belleza y cuidado personal. Esta nueva herramienta, basada en criterios científicos y en la metodología de huella ambiental de producto (PEF) de la Unión Europea, proporciona una calificación del impacto ambiental global de los productos, de la A (menor impacto) a la E (mayor impacto), en función de su ciclo de vida completo.
El proyecto ha sido liderado por la asociación sin ánimo de lucro EcoBeautyScore Association, que durante los últimos tres años ha trabajado junto a más de 70 empresas y asociaciones comerciales del sector para desarrollar una metodología común, transparente y accesible. El sistema ya está operativo en Europa y Reino Unido, y su adopción inicial incluye productos como champús, acondicionadores, geles de ducha y cremas faciales, con planes de ampliar su cobertura progresivamente a toda la gama de productos cosméticos.
Según los impulsores del proyecto, EcoBeautyScore nace para responder a una demanda creciente de sostenibilidad en el mercado cosmético. A pesar de que se espera que el gasto en productos de belleza en Europa supere los 150.000 millones de dólares este año, un elevado porcentaje de consumidores —en torno al 50%— desconfía de las afirmaciones medioambientales de las marcas. Un estudio internacional reciente, realizado en China, EE. UU., Francia y Brasil, reveló que más de dos tercios de los encuestados confiaban en el sistema EcoBeautyScore y afirmaron que influiría en sus decisiones de compra.
La herramienta evalúa hasta 16 impactos ambientales —como la huella de carbono, el uso de agua o el agotamiento de recursos— desde la extracción de materias primas hasta la fase de uso y desecho del producto. Las puntuaciones, revisadas por expertos independientes, se presentan en una etiqueta visible para los consumidores, con el objetivo de facilitar elecciones informadas y fomentar una industria más responsable.
Jean-Baptiste Massignon, director general de EcoBeautyScore Association, destacó que este sistema “proporciona a la industria una herramienta rigurosa y coherente para comunicar con credibilidad su impacto ambiental, y a las marcas les permite identificar áreas críticas para mejorar la sostenibilidad de sus productos”.
El sistema está abierto a cualquier fabricante del sector, con soporte técnico y acceso gratuito a la fase de prueba. Laurent Gilbert, director científico de EcoBeautyScore, subrayó que el reto fue traducir una metodología compleja en una herramienta comprensible y útil para marcas y consumidores: “Hemos logrado una plataforma científica que permite decisiones mejor fundamentadas para el planeta”.
Con el lanzamiento oficial de EcoBeautyScore, el sector de la belleza inicia una nueva etapa en transparencia ambiental, en un momento donde la regulación y la presión social exigen avances tangibles en sostenibilidad y responsabilidad corporativa.