La inteligencia artificial ha devenido la gran tecnología por antonomasia de 2024, y de los últimos años, por la revolución que ha supuesto en la transformación de los negocios, el surgimiento de nuevos modelos y la maximización de la eficiencia en los procesos y equipos. Anticipación de la demanda, detección de errores, resultados más precisos, mejora en el análisis de datos u optimización de la toma de decisiones son solo algunos de los beneficios que la IA ha supuesto para la sociedad y la industria. No obstante, a raíz de su impacto, el uso de la solución afronta desafíos éticos que están llevando a los principales organismos mundiales a regular su área de actuación.