En el marco del décimo aniversario del Acuerdo de París, Clarins ha presentado un balance de su estrategia de descarbonización y ha reafirmado su compromiso de avanzar hacia un modelo de negocio de impacto positivo. La compañía francesa, pionera en belleza responsable desde hace siete décadas, sitúa la reducción de emisiones como uno de los ejes centrales de su programa de responsabilidad corporativa Clarins We Care 2030.
Según los datos difundidos por el Grupo, Clarins ha reducido un 43% sus emisiones entre 2019 y 2024 en los alcances 1, 2 y 3 —excluyendo servicios financieros— y prevé seguir disminuyéndolas a un ritmo del 5% anual para alcanzar una reducción del 30% en 2030. Esta trayectoria ha sido validada por la iniciativa Science Based Targets (SBTi) en marzo de 2025, lo que, según la empresa, avala el rigor de su estrategia climática.
La marca afirma que, desde 2016, todas sus instalaciones en Francia operan con electricidad de origen renovable, y que desde 2020 lo hacen también todas sus filiales. Asimismo, informa de que menos del 2% de su carga logística se transporta por vía aérea, priorizando el transporte marítimo y terrestre. Para reforzar esta línea, Clarins prevé iniciar en 2025 una colaboración con Neoline, compañía especializada en barcos de carga propulsados por vela.
Otra de las áreas destacadas es la agricultura regenerativa. La compañía aplica estas prácticas en sus dos Haciendas Clarins en Francia con el objetivo de restaurar suelos, promover la biodiversidad y aumentar la capacidad natural de almacenamiento de carbono. Su meta es que en 2030 un tercio de las plantas empleadas por la marca procedan de este modelo agrícola. Esta iniciativa se enmarca en el compromiso de “cero deforestación” y en el programa Seeds of Beauty, con más de un millón de árboles plantados en distintos países.
En 2025, Clarins obtuvo la certificación B Corp™, lo que la empresa considera un reconocimiento a la profundidad de sus compromisos y a la consistencia de su estrategia de mejora continua. La directora general del Grupo, Virginie Courtin, señaló que la reducción de emisiones lograda hasta la fecha es un motivo de orgullo, pero subrayó que la compañía debe “continuar avanzando” para responder a un desafío que calificó de “ambicioso, riguroso y vital”.
De cara a los próximos años, Clarins planea intensificar sus esfuerzos implicando a toda su cadena de valor. Para 2030, la empresa prevé exigir a todos sus proveedores clave la medición y reducción de sus propias emisiones en los tres alcances. Este planteamiento se alinea con el propósito corporativo del Grupo: “Hacer la vida más bella, transmitir un mundo más bello”.
