Prada Beauty anuncia el lanzamiento de Prada Paradigme, su nueva fragancia masculina que propone una mirada diferente sobre la masculinidad contemporánea. Para encarnar este nuevo paradigma, la firma ha elegido al actor y empresario Tom Holland como nuevo embajador global. Con una carrera marcada por la autenticidad y el compromiso, Holland representa una masculinidad sofisticada, introspectiva y libre de convencionalismos.
Desde 1913, Prada ha invitado a cuestionar las normas y abrir nuevas perspectivas. Hoy, esa narrativa se prolonga con Paradigme, una fragancia que plantea una pregunta clave: ¿y si hubiera otra manera?. Inspirada en el diálogo entre el mundo interior y exterior, Paradigme es una fragancia ambarina y amaderada, compleja en su sencillez, audaz en su contención y marcada por un giro vanguardista.
Fiel al compromiso de Prada con la creatividad sin límites, Paradigme es la obra de múltiples experiencias; la culminación de una colaboración entre tres perfumistas reconocidos por su artesanía: Marie Salamagne, Bruno Jovanovic y Nicolas Bonneville. Con un enfoque inédito, su estructura olfativa parte de una “pirámide invertida”, en la que las notas de fondo emergen primero: bálsamo de Perú, benjuí y madera de guayaco. Estas dan paso a un corazón vegetal de geranio, reinterpretado con matices florales, que culmina en una salida brillante de bergamota de Calabria y almizcles aéreos.
"Tom Holland es la personificación inigualable de Prada Paradigme. Un talento extraordinario y un emprendedor polifacético, su calidez auténtica y su profunda, pero serena confianza capturan a la perfección la esencia de esta fragancia y su invitación a explorar otra forma", señala Yann Andrea, presidente global de Prada Beauty.
OTRA FORMA DE DISEÑAR UN FRASCO ICÓNICO
Situando la sofisticación radical en la sobriedad, la silueta arquitectónica y el refinamiento absoluto del frasco Paradigme capturan el inconfundible minimalismo de la firma Prada e invitan inmediatamente a la curiosidad. Jugando ingeniosamente con los contrastes, el frasco explora la yuxtaposición entre lo elegante y lo táctil para crear un objeto de elegancia y una declaración de modernidad. La inclinación del triángulo y las líneas biseladas crean un gesto arquitectónico, mientras que el degradado del vidrio verde revela profundidades ocultas. Coronado con el mismo tapón negro azabache distintivo que su homólogo Paradoxe, el frasco Paradigme forma un vínculo tangible entre las dos familias de fragancias icónicas.
El estuche exterior también evoca los códigos estéticos de Prada Paradoxe, con el característico rayado cruzado de la piel saffiano dela marca, estampado en plata.