A menudo llamada como la molécula antienvejecimiento del futuro, los exosomas están cotizando al alza, tanto en las consultas médicas como en los cosméticos. Pero, realmente, ¿son tan efectivos como dicen? El farmacéutico Fran Diéguez, experto en dermofarmacia, y la bioquímica Paula Rodríguez, experta en dermofarmacia, ambos portavoces de Planet Skin, nos dan su opinión de esta tendencia que promete arrasar este 2025.
En los últimos años, es difícil hablar de innovaciones en belleza sin mirar a Asia y, más concretamente, a Corea del Sur. La K-Beauty, que ha hecho de la belleza de la piel su Santo Grial, es de hecho extremadamente vanguardista, y a menudo basta con echar un vistazo a los productos y procedimientos que las mujeres coreanas respaldan para saber qué tendencias vendrán hacia nosotros. La calidad (y me atrevería a decir la perfección) de sus pieles hablan por sí solas.
Naturalmente, cuando apuestan por un protocolo de medicina estética, nos fijamos mucho (y las marcas de cosméticos también). ¿Los must-have del momento? Inyecciones de activos antiedad, vitaminas, minerales... y EXOSOMAS.
¿Qué son los exosomas y cómo pueden utilizarse en cosmética?
Antes de hablar de sus efectos, es esencial entender qué son los exosomas. “Son pequeñas vesículas -como pequeñas canicas- secretadas por las células y que contienen proteínas, lípidos y ácidos nucleicos, como ADN y ARN. Son producidos por todas las células con núcleo, ya sean humanas, botánicas, bacterianas o animales”, explica la bioquímica Paula Rodríguez.
“Los exosomas ya se utilizan en medicina, y a partir de ahí se ha visto que hay una aplicación en cosmética muy interesante. Entonces, si yo puedo utilizar un activo, que ya de por sí tiene evidencia científica, y enviarlo hacia la zona de la piel que quiero tratar a través de exosomas, estoy potenciando la eficacia de dicho activo. De hecho, por ejemplo, la diferencia entre un liposoma y un exosoma es precisamente que este último tiene la llave de entrada a una célula, y de ahí que penetre en ella. Esto no significa que por poner un exosoma en una crema vaya a tener más eficacia y acción, todo hay que estudiarlo y probarlo”, añade la farmacéutica Helena Rodero, especialista en la piel y el cabello, para Planet Skin.
“Por tanto, en la práctica, los exosomas son mensajeros que permiten a las células comunicarse entre sí. En el caso de las células cutáneas, son capaces de estimular la piel para mejorar la regeneración celular, la gestión de los procesos inflamatorios y la reparación de los daños cutáneos, así como impulsar la producción de colágeno y elastina, las proteínas esenciales para mantener una piel firme y tersa”, cuenta el farmacéutico Fran Diéguez.
¿El premio gordo del antienvejecimiento? Sí, pero tiene truco. “Con la edad, la capacidad de la piel para responder a los mensajes de los exosomas disminuye. De ahí el interés de estimular las células envejecidas para ‘obligarlas’ a responder y hacer lo que son capaces de hacer en circunstancias normales, mediante el suministro de exosomas a la piel desde una fuente externa”, añade el farmacéutico.
De la investigación médica al cuidado de la piel, el poder de los exosomas bajo el microscopio
¿Los exosomas te hacen pensar en Plasma Rico en Plaquetas (PRP)? No es de extrañar. “En el PRP se encuentra todo lo que la plaqueta es capaz de producir... incluidos los exosomas. Ambas son similares, pero los exosomas ofrecen resultados más precisos y visibles con mayor rapidez”, afirma la bioquímica Paula Rodríguez. Y aunque se empieza a hablar de los exosomas ahora por sus efectos sobre la belleza de la piel, en medicina se conocen desde hace mucho tiempo.
“Desde finales de los años 90, los equipos médicos estudian y utilizan los exosomas en cancerología, intentando regular o potenciar el sistema inmunitario. También se utilizan para tratar la psoriasis, el eccema, la dermatitis seborreica y el vitíligo. Sin embargo, todavía no se conoce del todo el potencial de los exosomas. A priori son muy potentes a la hora de inducir determinadas respuestas médicas, pero carecemos de datos científicos en muchos puntos porque se han realizado muy pocos estudios clínicos”, apunta el farmacéutico Fran Diéguez. Nuestro experto cree que esto debería cambiar en los próximos años, a tenor de las inversiones que se están realizando en este campo.
¿Qué podemos esperar de los exosomas en tratamientos cosméticos?
En lo que respecta a los exosomas, hay un punto clave que difiere entre Corea y España: el uso de exosomas de origen humano está prohibido en España. De hecho, “en Europa solo están autorizados los derivados de plantas, animales (sobre todo el salmón) o bacterias”, confirma la bioquímica Paula Rodríguez. En el mercado ya empiezan a aparecer productos cosméticos a base de exosomas, que prometen “restaurar la barrera cutánea, mejorar la calidad de la piel, tratar las manchas, potenciar la luminosidad y actuar sobre las líneas de expresión. Otra ventaja de las fórmulas a base de exosomas es su excelente tolerancia”, añade la bioquímica. Dado que los exosomas actúan como potenciadores de la regeneración cutánea, en el peor de los casos los resultados pueden ser discretos o incluso inexistentes, pero no hay riesgo de debilitar la piel.