El comercio tradicional hace demasiado tiempo que afronta las embestidas que le llegan con los adelantos del nuevo milenio y esto hace que sea uno de los sectores que más se ha tenido que reinventar. Y lo peor es que estos golpes nunca llegan solos.
La crisis del 2008 vino acompañada del crecimiento del comercio electrónico. La crisis de la Covid-19 ha comportado un replanteamiento de las necesidades de muchos consumidores y viene en paralelo de la compra con el móvil, consolidando nuevos hábitos de compra.