Sus orígenes, en Florencia (Italia), se remontan al año 1221, cuando los frailes dominicos se instalaron en la ciudad y comenzaron a cultivar hierbas oficinales para la pequeña enfermería del convento. Cuando se propagó la fama y eficacia de sus productos, se creyó oportuno, en 1612, abrir la farmacia al público. durante el s. XVIII, su fama llegó a Rusia, India y China. Tras la confiscación de los bienes de la Iglesia por parte del gobierno italiano, en 1866 la empresa pasó a ser propiedad del estado, que se la cedió a