La falsificación de productos cosméticos y de alta perfumería siempre han estado entre los más falsificados y los que se incautan con mayor frecuencia, junto a relojes, calzado deportivo, prendas de vestir, artículos de guarnicionería y productos electrónicos. Sin embargo, en los últimos tiempos, el fraude no sólo ha cogido aún más fuerza en este sector, haciendo crecer considerablemente sus cifras negativas, sino que ha encontrado un nuevo objetivo: los protectores solares.
Según datos proporcionados por el sector, el consumo de fotoprotectores aumentó un 20% en 2023 -último año con cifras oficiales- respecto a las cifras alcanzadas en 2022. Este incremento se debe, en gran medida, al aumento de la concienciación social respecto a la necesidad de protegerse de las radiaciones solares para mantener la salud de nuestra piel en perfecto estado y reducir la incidencia y mortalidad de sus afecciones más graves, como el melanoma. Este nuevo interés, la proliferación de productos con precios cada vez más altos y el correspondiente aumento del consumo ha hecho que los falsificadores hayan dirigido su atención a este producto cosmético, ya que puede reportarles importantes beneficios.