“En HĒRBERA desarrollamos todas las fórmulas en laboratoriopropio: desde la selección de activos hasta su uso en concentraciones eficaces”
HĒRBERA está a punto de cumplir 10 años… cuéntenos, ¿cómo empezó este proyecto?
HĒRBERA nació de una observación crítica del sector y del deseo de hacer las cosas de otra manera. Durante años trabajando en laboratorios observé una brecha evidente: la cosmética convencional ofrecía texturas impecables, pero con escasa concentración de activos, mientras que la ecológica, aunque más pura, necesitaba innovación y evidencia científica. Sentí que era el momento de tender un puente entre ambos mundos.
De esa reflexión surgió el propósito de elevar la cosmética orgánica al nivel de rigor farmacéutico, con estudios dermatológicos y clínicos para evaluar eficacia. Desarrollé fórmulas en las que cada ingrediente es un activo, apostando por una procedencia ecológica, biotecnológica y sostenible, logrando un impacto positivo en la piel y en el entorno.
En el laboratorio de HĒRBERA desarrollan todas las formulaciones desde cero. ¿Cómo es el proceso de creación de sus productos?
Nuestro proceso es totalmente interno, lo que nos otorga libertad para innovar. Partimos de un estudio de eficacia de activos botánicos y biotecnológicos, evaluamos sus sinergias y la respuesta fisiológica que buscamos, y trabajamos la galénica para lograr texturas estables, sensoriales y respetuosas con la piel.
Una vez seleccionada la fórmula óptima, la testamos con un panel de voluntarias, evaluando experiencia de uso y resultados percibidos. Posteriormente, realizamos estudios clínicos de eficacia, validando cada desarrollo antes de su lanzamiento.
Como mujer emprendedora, ¿cómo ha sido el desafío de abrirse camino en este sector?
Ha sido un camino exigente y apasionante. El sector cosmético es competitivo y requiere adaptabilidad. Emprender como mujer ha significado aprender a liderar con empatía, determinación y visión estratégica, defendiendo un modelo de empresa coherente con mis valores, incluso en momentos difíciles o tentadores.
Hoy miro atrás con orgullo: hemos construido una marca sólida, reconocida internacionalmente y con un equipo que comparte la misma pasión por la ciencia, la naturaleza y la belleza consciente.
¿Qué le llevó a apostar de forma clara por la cosmética natural? Alguna vez ha mencionado que dejó de creer en la cosmética convencional, ¿por qué?
Siempre me ha fascinado la inteligencia de la naturaleza. Las plantas, los hongos y las algas son auténticos laboratorios biológicos que han desarrollado mecanismos de defensa y regeneración durante millones de años. Desde mis inicios comofarmacéutica entendí que esas estrategias podían inspirar una cosmética más eficaz y respetuosa.
He confiado siempre más en la acción viva de un extracto vegetal que en un derivado del petróleo o una silicona. Muchas de las moléculas sintéticas más potentes nacen, en realidad, de la imitación de estructuras naturales. Por eso aposté por una formulación que uniera biología, ciencia y sostenibilidad, aprovechando el potencial de los activos naturales que hoy en día nos proporciona la química verde.
¿Piensa que el sector está viviendo un momento de transformación, con tendencias como el well-aging y una visión más consciente del cuidado de la piel?
Sin duda. La cosmética ha dejado de luchar contra el paso del tiempo para acompañarlo con respeto. El concepto de well-aging representa una mirada más humana y real hacia el envejecimiento: una etapa natural que no debemos combatir, sino comprender. Durante décadas, las mujeres hemos estado sometidas a estándares estéticos inalcanzables. Hoy hablamos de prevención, bienestar y aceptación. Este movimiento no solo redefine la belleza, sino que también refleja una evolución social y feminista: reivindicar la libertad de envejecer siendo nosotras mismas.
¿De dónde surge el nombre de la marca HĒRBERA?
HĒRBERA tiene un significado profundo que conecta con la tradición botánica y el conocimiento ancestral de las plantas medicinales. Su raíz, herb-, proviene del latín herba, “hierba” o “planta”, y refleja la esencia de la marca: el uso de ingredientes botánicos como base de todas nuestras formulaciones. La terminación –era aporta una connotación femenina y rinde homenaje a las mujeres que, a lo largo de la historia, custodiaron el saber sobre las plantas.
HĒRBERA es un tributo a esa sabiduría ancestral, reinterpretada con mirada científica, que une tradición, conocimiento femenino e innovación biotecnológica.
¿Qué tipo de certificaciones garantizan que HĒRBERA es una marca natural y ecológica?
En HĒRBERA trabajamos con una filosofía basada en el origen natural y preferentemente ecológico para contribuir a sostener la biodiversidad del planeta. Nuestras fórmulas están certificadas por Bio.inspecta bajo la norma BioVidaSana, una de las certificadoras más exigentes de Europa. Contamos con su distintivo EcoPlus, reservado a marcas que formulan con el máximo porcentaje posible de ingredientes ecológicos.
¿Hay algún producto que haya supuesto un reto especial en versión ecológica?
Desde los inicios, uno de los grandes retos fue incorporar activos puros de origen natural sin recurrir a ingredientes sintéticos, elevando la eficacia de la cosmética orgánica. Pero, sin duda, el mayor desafío técnico llegó con el maquillaje ecológico certificado.
Lograr texturas cremosas, tonos uniformes y larga duración utilizando únicamente ingredientes naturales fue un proceso complejo y apasionante. Nuestra línea de maquillaje orgánico, pionera en España, nos ha permitido demostrar que la cosmética ecológica puede ser también sofisticada, sensorial y altamente eficaz.
¿Cuál considera que es el ingrediente más representativo en la creación de los productos de HĒRBERA COSMETICS y por qué?
El bakuchiol es uno de nuestros activos más representativos. Esta molécula vegetal, reconocida como la alternativa natural al retinol, estimula la síntesis de colágeno y elastina, mejora la firmeza y la textura de la piel y reduce las arrugas con excelente tolerancia cutánea.
En HĒRBERA utilizamos un bakuchiol de pureza del 99% y a una concentración del 2% respaldada por estudios clínicos que confirman su equivalencia en eficacia al retinol sin efectos irritativos. Está presente en una gama completa de tres productos —sérum, crema facial y contorno de ojos— formulados bajo criterios de sinergia activa, donde péptidos vegetales, células madre, fermentos postbióticos y ácido hialurónico biofermentado actúan de forma complementaria.
¿Qué diferencia a HĒRBERA de otras marcas de cosmética ecológica?
La principal diferencia es que en HĒRBERA desarrollamos todas las fórmulas en laboratorio propio, controlando cada fase del proceso: desde la selección de activos hasta su uso en concentraciones eficaces. Nuestras fórmulas son únicas, no proceden de laboratorios que fabrican para múltiples marcas ni se diseñan para justificar un claim.
Además, hemos sido pioneras en lanzar la primera línea de maquillaje orgánico certificada en España que incorpora activos de tratamiento, uniendo eficacia y certificación ecológica.
Después de todos estos años al frente de HĒRBERA, ¿qué aprendizajes le deja la experiencia de liderar una empresa propia?
El mayor aprendizaje ha sido entender que una marca crece cuando su propósito es auténtico. He aprendido a confiar en mi intuición, a rodearme de personas que comparten valores y a mantener la coherencia incluso en los momentos difíciles.
También he aprendido a gestionar el tiempo y la energía: liderar una empresa en el sector cosmético implica estar siempre en movimiento, pero también saber detenerse para cuidar la visión y al equipo.
¿Qué proyectos tienen en mente para los próximos años? ¿Cómo imagina la evolución de HĒRBERA y su camino como emprendedora?
El futuro de HĒRBERA pasa por seguir impulsando la innovación biotecnológica dentro de la cosmética orgánica, ampliando nuestras líneas de tratamiento y demostrando que la cosmética natural puede alcanzar resultados clínicos comparables a la convencional, con un impacto positivo en la piel y en el entorno.
A nivel empresarial, mi propósito es consolidar a HĒRBERA como referente en dermocosmética orgánica de alto rendimiento, fortaleciendo nuestra expansión internacional sin perder nuestra esencia artesanal ni el control de formulación propia que nos caracteriza.
Como emprendedora, deseo seguir creciendo desde la coherencia, fomentando el liderazgo femenino en la ciencia cosmética y demostrando que es posible emprender con propósito, rigor y sensibilidad.
Han recibido varios reconocimientos, entre ellos tres premios en los VPC Green Beauty Awards 2025. ¿Qué ha significado este reconocimiento y cómo lo viven dentro del equipo?
Los premios son siempre una gran satisfacción, en HĒRBERA los vivimos como un reconocimiento al trabajo constante y al compromiso que ponemos en cada detalle. Recibir tres galardones en los VPC Green Beauty Awards 2025 ha sido especialmente significativo, porque reflejan lo que define nuestra identidad: innovación, sostenibilidad y eficacia real, y porque proceden del sector cosmético global, no de un certamen exclusivo de marcas ecológicas. Haber sido evaluadas y premiadas junto a grandes firmas del mercado convencional refuerza aún más el valor de estos reconocimientos.
Para mí, como fundadora, son la confirmación de que se puede crecer desde la ética y la coherencia, pero, sobre todo, representan un logro colectivo. Detrás de cada fórmula hay un equipo pequeño, apasionado y altamente cualificado que trabaja con la misma dedicación que el primer día.
Estos premios no solo celebran lo conseguido, sino que nos impulsan a seguir creando una cosmética orgánica con alma científica.
