La compañía de belleza y moda ha complementado sus principales compromisos de sostenibilidad con una operación de financiación sostenible, vinculando su margen a la evolución de dos indicadores medioambientales, en este caso el volumen de emisiones directas y el de emisiones indirectas generadas por la electricidad consumida y comprada. Dichos indicadores se han definido de acuerdo al “GHG Protocol” y la metodología de medición cumple con los criterios de la SBTi (“Science Based Targets initiative”).