En la última década, hemos sido testigos de un cambio significativo en las preferencias de los consumidores hacia la cosmética sostenible. Este cambio no es una tendencia pasajera, sino un movimiento cada vez más presente en la vida de millones de personas. La conciencia sobre el impacto de nuestras elecciones en el cuidado personal y el medio ambiente es una realidad que aumenta día a día.